¡Prendan sus motores y agárrense fuerte de la butaca porque F1 llega a toda velocidad!

La película protagonizada por Brad Pitt y dirigida por Joseph Kosinski promete ser uno de los blockbusters del año

Este 26 de junio se estrena F1, la película que nos sumerge en el mundo de la Fórmula 1 con una precisión quirúrgica. Dirigida por Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick) y producida nada menos que por Brad Pitt, Lewis Hamilton (piloto de F1 y 7 veces campeón del mundo) y Jerry Bruckheimer (símbolo de éxitos taquilleros como Piratas del Caribe o Armageddon), la cinta combina realismo extremo, emoción y espectáculo.

Durante sus 2 horas y 36 minutos, la película muestra el detrás de escena de la F1, reuniones con ingenieros, entrenamientos en simuladores, el rol clave del equipo de pits, y cómo cada pieza es fundamental en el engranaje de un equipo de élite. Y lejos de aburrir, atrapa incluso a quienes no siguen el automovilismo. Todo potenciado con la participación de figuras reales como Max Verstappen, Pierre Gasly, Charles Leclerc y hasta Frédéric Vasseur, jefe de Ferrari.

Dirigida por Joseph Kosinski, el mismo de Top Gun: Maverick, vuelve a usar la fórmula del piloto veterano/joven estrella, pero lejos de sentirse repetitiva, genera un dinamismo atrapante.

¿De qué trata?

La historia sigue a Sonny Hayes (Brad Pitt), un piloto veterano que perdió todo apostando y hoy vive en una van, corriendo donde sea: NASCAR, rally o lo que se cruce. No busca fama ni efectivo. Solo quiere sentir esa adrenalina que le da estar al volante.

Su viejo amigo Ruben Cervantes (Javier Bardem), hoy jefe de la escudería APX GP, le propone a Hayes volver a la Fórmula 1 como una última jugada para salvar al equipo. Sonny, que había quedado fuera del circuito tras un grave accidente en los 90’s, se enfrenta así a una decisión crucial, volver a correr y dejar su huella en la F1, o caer a toda velocidad en el olvido como una promesa que nunca fue. Ya en Inglaterra, Hayes se encuentra con Joshua Pearce (Damson Idris), una joven promesa con gran talento, pero con un ego que choca con todo lo que se le cruza: ingenieros, mecánicos y hasta su propio equipo. Pero la experiencia de Hayes, curtida en cada curva y con varias cicatrices a cuestas, termina marcándole el camino, con algún encontronazo de por medio pero marcando el camino. Porque a veces no es solo cuestión de velocidad, sino de saber cómo manejarla.

Cuando todo el equipo empieza a funcionar como un motor bien aceitado, los resultados llegan. El trabajo en equipo, la humildad y la pasión por las carreras se convierten en el corazón de la película.

El realismo es impactante. Filmada en plena temporada 2024 de Fórmula 1, con equipos y autos reales (incluido un auto de Williams), la película se vive como una experiencia más que como una ficción. Y préstenle atención a este detalle que nos corona de gloria otra vez, Franco Colapinto no aparece en pantalla, su nombre sí figura en los créditos por su participación como piloto de pruebas durante el rodaje.

A nivel técnico, F1 es una joya: fotografía impresionante, dirección precisa y una banda sonora explosiva a cargo de Hans Zimmer, con canciones de Ed Sheeran y otros artistas que le dan una carga emocional perfecta y la intervención de Hamilton en la película dio esa cuota de realismo que es el condimento ideal para que sea todo un éxito.

En resumen: F1 acelera, emociona y sorprende. No es solo una película de autos, es un retrato de lo que implica vivir a 300 km/h. Véanla en IMAX si pueden y disfrútenla tanto como la disfrutamos nosotros.

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