Blumhouse y Atomic Pictures nos traen de vuelta a nuestra muñeca asesina preferida, aunque esta vez con más comedia que verdadero terror
La secuela arranca dos años después de los eventos sucedidos en la primera película: Gemma (Allison Williams) y su sobrina Cady (Violet Mcgraw) viven en una casa inteligente secretamente manejada por la misma M3GAN (Jenna Davis). En el final de la anterior, podemos ver como la muñeca sigue viva en el código de la inteligencia artificial del hogar, esperando el momento para volver a aparecer.
Uno pensaría que ese final es el mismo de siempre, que apunta a dejar abierta una posible secuela que nunca sucederá, pero esta vez M3GAN vuelve con todo. Aunque sigue teniendo tendencias homicidas, la traen de vuelta para pelear contra otro robot aún más letal que ella: Amelia (Ivanna Sakhno). Esta misión no solo le da la oportunidad de redimirse, sino que también la posiciona junto a Gemma y Cady como las únicas capaces de salvar el mundo.
Con esa simple descripción de la trama, ya queda claro que la película está queriendo abarcar muchas cosas al mismo tiempo. Quiere seguir siendo una película de terror sobre muñecos asesinos, pero también busca transformarse en una historia de acción y espionaje, con tintes de comedia y un universo que solo podría existir en la ciencia ficción. En lugar de complementarse, todos estos géneros se terminan anulando entre sí, lo que dificulta al espectador encontrar un tono claro al cual aferrarse.
Por esta misma razón es que los 120 minutos pueden convertirse en algo pesado, ya que muchos de los momentos emotivos son completamente anulados por chistes que no llegan a nada, y los momentos de acción dependen de conveniencias narrativas. Dicho todo esto, existe una posibilidad para ver este tipo de películas y poder disfrutarlas al máximo: apagar el cerebro.
A pesar de su falta de creatividad y originalidad en casi todos los géneros que intenta abarcar, M3GAN 2.0 entiende perfectamente qué fue lo que funcionó de la primera entrega, y lo multiplica cien veces. Tras el enorme apoyo que recibió el personaje en redes, convertirla en la heroína en su segunda cinta es la mejor decisión que pudieron haber tomado. La peor parte de la película es el principio, y ni siquiera porque es aburrida, sino porque M3GAN tarda en aparecer.
Por ende, se puede seguir criticando la construcción de la historia desde muchos aspectos, pero la verdad es que, si les gustó la primera, esta les va a encantar. M3GAN ahora está de nuestro lado, y los momentos emotivos con Gemma y Cady fueron mucho más efectivos de lo que me gustaría admitir. Es imposible no sentir cariño por un personaje tan carismático y aterrador al mismo tiempo, que logra demostrar que a pesar de ser un robot, es más humana que la mayoría de las personas en este mundo.
M3GAN 2.0 tiene muchos elementos a destacar: la coherencia en la evolución de los personajes respecto a la primera entrega, el dilema central que presenta y un humor muy alineado con las tendencias actuales en redes sociales. Pero aún así, es difícil no verla como una oportunidad desaprovechada. En su intento por hacerlo todo, pierde lo que podría haber sido muy bueno en el proceso.
Puntuacion: 7/10
