El lanzamiento de la Nintendo Switch 2 fue un éxito… pero también un caos. La consola voló en minutos, millones se quedaron afuera y desde la propia Nintendo tuvieron que salir a poner la cara

“La demanda nos pasó por encima”. El primero en hablar fue Shuntaro Furukawa, presidente global de Nintendo, quien en una conferencia con inversores no anduvo con vueltas:“La cantidad de solicitudes superó ampliamente nuestras expectativas. Sabemos que muchos jugadores, e incluso algunos de nuestros accionistas, no pudieron conseguir una unidad”.Y no es mentira: solo en Japón, más de 2,2 millones de personas se anotaron en los sorteos oficiales de My Nintendo Store para tener una chance de comprarla. El stock, claramente, no dio abasto. “Nos disculpamos sinceramente con todos los jugadores que no pudieron acceder a la Switch 2 durante el lanzamiento”, remarcó Furukawa.
“Estamos trabajando para reforzar nuestro sistema de producción lo antes posible”.
La empresa ya puso manos a la obra: mudaron parte de la producción a Vietnam y Malasia, y sumaron más retailers físicos para ampliar la distribución. Además, en Japón van a hacer cinco rondas nuevas de sorteos, mientras intentan que el resto del mundo no se quede mirando desde afuera. “Esperamos que la situación empiece a normalizarse para el segundo semestre del año”, informaron desde Nintendo Japón.
Sin embargo, el panorama no es del todo alentador: la escasez de componentes clave (como chips y semiconductores) sigue siendo un problema global. Algunas fuentes internas incluso mencionan que el abastecimiento pleno podría recién lograrse en 2026.

Ante la incertidumbre, Nintendo intentó calmar las aguas. Doug Bowser, presidente de Nintendo of America, fue tajante:“Creemos que vamos a poder responder a la demanda durante todo 2025. No vemos que esto se convierta en una situación como la de la PS5”. La referencia es clara: Sony tardó más de dos años en estabilizar la venta de la PlayStation 5, y el fantasma de ese problema todavía ronda entre los jugadores.
Y como si el stock fuera poco, los revendedores hicieron su entrada triunfal. En sitios como Amazon, la Switch 2 apareció a precios absurdos, lo que obligó a Nintendo a tomar una medida poco común: suspendieron sus ventas directas en Amazon EE.UU.
Una decisión fuerte, que marca una postura clara: Nintendo quiere controlar la distribución y evitar que el público pague fortunas por su nueva consola.

En definitiva, Nintendo se enfrenta a uno de los desafíos más grandes de su historia reciente: cumplir con una demanda que desbordó todas las previsiones y contener el enojo de una comunidad que, si bien sigue siendo fiel, no es ajena a la frustración. Con promesas de mayor producción, medidas contra la reventa y un ojo puesto en no repetir errores ajenos, la empresa busca recuperar el control de la situación. Mientras tanto, los jugadores, sobre todo en esta parte del mundo, tendrán que armarse de paciencia, evitar caer en precios delirantes y esperar que esta vez, de verdad, la solución no llegue demasiado tarde.