Después de más de 30 años para tener una secuela, ahora Warner no pierde tiempo y va por más.

La segunda parte ya está disponible en la plataforma Max y, contra todos los pronósticos, el universo de Beetlejuice sigue creciendo.
Durante décadas fue un clásico que estaba dormido. Beetlejuice (1988) se ganó el corazón de toda una generación con su estética gótica, su humor ácido y un Michael Keaton completamente desatado. Tuvieron que pasar más de 30 años para que volviera en forma de secuela, y contra todo pronóstico, Beetlejuice Beetlejuice (2024) cumplió con lo prometido: nostalgia, locura y un elenco que supo mezclar lo viejo con lo nuevo.
Keaton volvió con todo, Winona Ryder también, y se sumó Jenna Ortega como Astrid, la hija de Lydia. Jenna no solo está en todas últimamente, sino que encajó perfecto en este universo medio oscuro, medio ridículo. Es como si Wednesday se hubiera mudado al Más Allá.

El elenco principal de la secuela Beetlejuice, Beetlejuice (2024), ahora con Jenna Ortega.
La buena noticia es que la secuela ya se puede ver en Max, y si sos fan de la original, probablemente la vas a disfrutar. Ahora bien… la sorpresa vino cuando Warner confirmó que Beetlejuice 3 ya está en desarrollo. Y ahí muchos levantamos una ceja. No porque la segunda no haya estado buena (lo estuvo), sino porque el anuncio llegó demasiado rápido.
Pasamos de más de 30 años sin nada, a una secuela que apenas se estrenó, y ya están trabajando en otra entrega. ¿Está mal? Para nada. Pero sí llama la atención. Sobre todo cuando lo que hizo funcionar a la segunda parte fue ese equilibrio entre homenaje y novedad. El miedo es que ahora se pierda esa magia por apurar los tiempos.
Por suerte, Tim Burton sigue al mando, y con Keaton y Ortega como caras fuertes, el potencial está. Solo esperemos que no se transforme en una de esas sagas que no saben cuándo frenar. Por ahora, nos quedamos con el hype y la duda. Y mientras tanto, si no viste la segunda, andá corriendo a Max que vale la pena.
Porque seamos honestos: si Beetlejuice dice “It’s showtime!”, nosotros vamos a estar ahí. Con pochoclos, con dudas… pero ahí.