Una explosión de acción, música de los 2000 y recuerdos gamer: así es el nuevo anime de Devil May Cry.

El pasado jueves 3 de abril se estrenó en Netflix el nuevo anime de Devil May Cry, basado en el popular videojuego de Capcom, y es una verdadera sacudida a la nostalgia.
La serie es un frenesí de acción, sangre y demonios. Para quienes no conocen la saga, Devil May Cry debutó como videojuego en la querida PlayStation 2, y hoy puede encontrarse completo también en PC a través de Steam.

La historia gira en torno a Dante, el cazador de demonios por excelencia: hermano gemelo de Vergil, hijo de una humana y del poderoso demonio Sparda. Con su estilo sarcástico, su espada Rebellion y sus inseparables pistolas, Dante enfrenta una nueva amenaza en este universo animado.
Uno de los personajes clave es Lady (Mary Ann Arkham), que en esta versión trabaja para una agencia gubernamental llamada Darkcom, encargada de eliminar demonios en el plano humano. Su versión es distinta a la de los videojuegos, pero no desentona.
El tercer nombre fuerte es el Conejo Blanco, un demonio siniestro con claras referencias a Alicia En El País De Las Maravillas. Su plan es simple y brutal: traer a todos los demonios a nuestro mundo y eliminar a la raza humana. Para eso, necesitará la cooperación de Dante… aunque no está claro cuán dispuesto está nuestro protagonista.
Uno de los mayores aciertos de la serie es su ambientación en plena vibra 2000era: estética gótica, violencia estilizada, y una banda sonora que grita adolescencia a los cuatro vientos. Desde el inicio con “Rollin” de Limp Bizkit, hasta hits como “Afterlife” de Evanescence, “Last Resort” de Papa Roach y “Guerrilla Radio” de Rage Against The Machine, todo suena como una playlist sacada de la época dorada de MTV. Es imposible no viajar a esas tardes encerrado en la pieza, joystick en mano y música al palo.
Visualmente, el estilo de animación es sólido. Si bien hay detalles algo flojos en el render de algunos villanos en los primeros capítulos, se va puliendo a medida que avanza la historia. La trama se toma algunas libertades respecto a los videojuegos, pero como pasó con el anime de Cyberpunk, a veces alejarse del canon o armar algo nuevo puede dar grandes resultados. Y si el precio a pagar es ver a Dante partiendo demonios al medio con toda la furia, bienvenido sea.
Devil May Cry cumple con lo que promete: acción sin pausa, una animación potente y mucho estilo. Para los fans, es un regalo. Y para quienes no conocen a Dante, esta es una gran puerta de entrada al caos demoníaco de Capcom.
Ya están disponibles los 8 episodios de la primera temporada en Netflix.