Electronic Arts, gigante detrás de FIFA, Battlefield y Los Sims, dejará de cotizar en bolsa tras aceptar una compra récord de 55.000 millones de dólares. El acuerdo, liderado por el fondo soberano de Arabia Saudí junto a inversores de peso, se convertirá en la segunda operación más cara en la historia de los videojuegos

Electronic Arts (EA), uno de los estudios y distribuidores de videojuegos más grandes del planeta, confirmó que pasará a ser una empresa privada tras aceptar una oferta de 55.000 millones de dólares. El consorcio que concretará la compra está encabezado por el Public Investment Fund (PIF), el fondo soberano de Arabia Saudí, junto a la firma de capital privado Silver Lake y Affinity Partners, el fondo de inversión del empresario y ex asesor de la Casa Blanca Jared Kushner.
La operación se cerrará mediante un pago en efectivo de 210 dólares por acción, lo que representa una prima del 25 % sobre el valor que tenían los papeles de EA antes del anuncio. Según el comunicado oficial de la compañía, el acuerdo ya fue aprobado por su junta directiva, pero aún necesita el visto bueno de los accionistas y de los organismos reguladores en mercados clave como Estados Unidos y Europa. Si todo avanza sin trabas, el cierre se espera para el primer trimestre fiscal de 2027.
Cómo se financiará la compra El acuerdo es una transacción all-cash (todo en efectivo), combinando capital y deuda. Se destinarán aproximadamente 36.000 millones de dólares en capital propio de los tres socios, mientras que JPMorgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos y uno de los mayores del mundo, aportará 20.000 millones de dólares en deuda, de los cuales se prevé desembolsar unos 18.000 millones al momento del cierre. Este tipo de movimientos, conocidos como adquisiciones apalancadas, implican que una parte importante del dinero de la compra proviene de préstamos, no solo del capital de los inversores, algo poco común por el enorme tamaño de la operación.

Qué cambia para Electronic Arts
Con esta operación, EA dejará de cotizar en bolsa, lo que le permitirá reestructurarse sin las presiones trimestrales de Wall Street. Andrew Wilson, CEO de la compañía, seguirá al frente y la sede principal permanecerá en Redwood City, California. Para los usuarios y jugadores de sagas como EA Sports FC, Madden NFL, Battlefield o Los Sims, en el corto plazo no habrá cambios visibles, pero el nuevo marco privado podría darle a EA mayor flexibilidad para invertir en nuevos estudios, licencias deportivas o servicios en línea a largo plazo.
El peso de Arabia Saudí y las implicancias
El Public Investment Fund saudí ya poseía cerca del 10 % de EA y ahora se convertirá en accionista principal. Este fondo ha invertido en otras compañías de videojuegos, como Nintendo y Capcom, dentro de su estrategia para diversificar la economía más allá del petróleo y posicionarse en industrias tecnológicas y de entretenimiento. Sin embargo, su protagonismo genera debate en torno a derechos humanos y transparencia, algo que analistas creen que podría complicar las aprobaciones regulatorias o despertar críticas en la comunidad gamer y entre los empleados de la compañía.

Un hito para la industria
La compra de EA por 55.000 millones de dólares se ubica como la segunda adquisición más cara en la historia de los videojuegos, solo por detrás de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Marca, además, un nuevo capítulo en la relación entre capital soberano del Golfo y la industria del entretenimiento global.
En palabras de Wilson, “nuestros equipos creativos han construido algunas de las experiencias interactivas más queridas del mundo. Esta transacción reconoce su extraordinario trabajo y abre un futuro de mayor inversión y crecimiento”. Resta ahora el paso clave: las aprobaciones de los accionistas y los reguladores internacionales que definirán cuándo EA dejará de ser una compañía pública y comenzará su nueva etapa bajo control privado.