Rebirth nos arroja directamente a un parque temático en crisis, donde la línea entre la maravilla científica y el caos prehistórico se desdibuja a cada paso. La película, dirigida por Gareth Edwards y protagonizada por Scarlett Johansson, Mahershala Ali y Jonathan Bailey, llego a los cines de nuestro país este jueves 3 de julio.

Sinopsis
La última entrega de la mítica franquicia se sitúa cinco años después de los acontecimientos de Jurassic World: Dominion, bajo la premisa de que el planeta Tierra ha demostrado ser un hogar hostil para los dinosaurios. Se sabe que los pocos ejemplares que aún existen residen en islas ecológicas aisladas, ubicadas en regiones ecuatoriales cuyo clima se asemeja al de sus épocas prehistóricas.
Dentro de esta particular biosfera tropical, tres de las criaturas de mayor envergadura resguardan, en su ADN, el secreto para desarrollar un medicamento con propiedades milagrosas para la humanidad. Es así como Zora Bennett (el personaje de Johansson) emprende la crucial misión de obtener este valioso material genético.
Sin embargo, su operación se ve abruptamente interrumpida por una familia que fue atacada por dinosaurios acuáticos. Una vez a salvo, llegan a una isla prohibida: un enigmático lugar que, años atrás, fue la sede de un centro de investigación ultrasecreto del Parque Jurásico. Allí se realizaban experimentos y mutaciones con estas valiosas criaturas.
En un territorio habitado por una gran diversidad de especies, este equipo se enfrentará a un hallazgo tan impactante como oscuro.

Al principio, el ritmo se siente algo lento, ya que la presentación de los nuevos personajes (Johansson, Ali, Bailey y Rupert Friend) no termina de conectar. Cuesta generar un lazo con ellos, mientras que los personajes secundarios —como el de Manuel Garcia Rulfo y su familia— logran una introducción mucho más orgánica.
Aunque tiene unos 30 minutos de más en su primera mitad, la película se hace llevadera y mantiene el suspenso. Uno queda atrapado, queriendo saber cómo estos personajes lograrán salir con vida de una isla plagada de peligros. En medio de esa lucha por sobrevivir, surgen dilemas morales: ¿está bien tomar esas muestras de ADN?, ¿de verdad van a beneficiar a toda la humanidad o solo a los más privilegiados?
Sin dudas, se siente la esencia de Jurassic Park, con varias referencias a la saga original. Todo indica que esta podría ser la primera parte de una nueva trilogía. Si es así, ojalá en las próximas entregas el personaje de Johansson tenga un desarrollo más profundo, tanto en su historia personal como en su construcción dramática.
Eso sí, se extrañaron peleas épicas entre gigantes —un clásico de la franquicia que aquí queda un poco relegado—. Aun así, la película vale la pena: es una buena excusa para desconectar y volver a sentirse un niño fascinado por los animales prehistóricos.
Duración: 135 minutos.
Puntuación: 3 estrellas y media de 5.