La histórica compañía detrás de sagas como DC, Harry Potter y Dune evalúa su venta total o parcial tras recibir ofertas millonarias. ¿Qué podría pasar si sus franquicias cambian de dueños?
Hollywood volvió a sacudirse en las últimas horas con una noticia que pocos esperaban: Warner Bros Discovery analiza vender parte o la totalidad de su compañía, luego de recibir propuestas de compra que incluyen una oferta de Paramount-Skydance valuada en 60 mil millones de dólares, la cual fue rechazada por considerarse insuficiente. Pero más allá de los números y los movimientos de mercado, la gran pregunta que todos se hacen es qué pasará con las franquicias más queridas del cine y el streaming si Warner cambia de manos.
Warner Bros no es una empresa más. Detrás de su logo están algunas de las propiedades intelectuales más valiosas de la industria del entretenimiento: DC Studios, con el nuevo universo cinematográfico que prepara James Gunn además de sagas como The Batman, Joker y Superman; Harry Potter, que prepara su regreso con una serie para Max basada en los libros originales; y producciones como Dune, El Señor de los Anillos, Matrix, It, Barbie, Godzilla x Kong, junto a los clásicos de Cartoon Network y Adult Swim. Todas estas IPs podrían pasar a estar bajo el control de otra gran empresa si la venta o división de Warner se concreta.
Entre los nombres que suenan como potenciales interesados figuran Amazon, Apple, Netflix y Comcast (NBC Universal), cada una con motivos diferentes. Amazon podría integrar el catálogo de Warner a Prime Video y reforzar su sello cinematográfico tras comprar MGM; Apple sumaría franquicias históricas a Apple TV+, algo que la marca de la manzana busca hace tiempo; y Netflix lograría finalmente tener universos propios para competir con Marvel o Star Wars, algo que le faltó siempre. Un movimiento de este tipo reconfiguraría por completo el panorama de Hollywood, no sólo por quién compre Warner, sino por cómo reorganizaría sus sagas y a qué plataformas pertenecerían en el futuro.
La compañía atraviesa un momento complejo, con una deuda millonaria y cambios profundos en su modelo de negocio. La televisión tradicional se debilita, el streaming no logra consolidar ganancias, y Max (su plataforma) es el principal bastión para sostener su catálogo. En ese marco, el consejo directivo comenzó una “revisión de alternativas estratégicas”, un modo elegante de decir que buscan compradores o socios.
Si alguna de estas negociaciones prospera, podríamos ver grandes cambios en la industria del entretenimiento: nuevas series o películas producidas bajo otros estudios, franquicias relanzadas o incluso alianzas inesperadas. El futuro de Gotham City, Hogwarts o Arrakis podría quedar en manos de nuevos dueños, con todo lo que eso implica para los fans. Por ahora, las acciones de Warner Bros Discovery subieron más de un 10 % tras el anuncio, pero la sensación es clara: el estudio que marcó generaciones podría estar a las puertas de su transformación más grande.
¿Qué pasaría si DC pasara a manos de Amazon o si Harry Potter terminara bajo el sello de Apple? ¿Y si Disney, con su historial de adquisiciones millonarias, decidiera comprar parte del estudio para sumar aún más universos a su imperio? En Hollywood, los universos siempre están en expansión… incluso fuera de la pantalla.
