La historia de un hombre en busca de sus sueños sin querer queriendo

La serie de Chespirito llegará a Max el cinco de junio, ofreciéndonos los aspectos más importantes de su vida.

Un ser humano con sueños. Aquel que respiraba humor y anhelaba en lo más profundo del alma pintarte una sonrisa. Con todos los obstáculos inimaginables en el camino, jamás considero la rendición como una opción. Un hombre que comprendió que nada es para siempre, por lo que tomó cartas sobre el asunto, y no perdió un solo segundo cuando se oía el grito de acción. El primer capítulo de Chespirito: Sin querer queriendo repasa las facetas del actor; su infancia, comienzos, apogeo, y más importante, los sentimientos que acompañan a Chespirito en cada escena. Un viaje sobre su trayectoria para conocer el detrás del personaje.

La introducción de la serie es una exploración de Chespirito bien acertada y desarrollada con escenas necesarias para entender la historia. Se enfoca en la lucha que el actor tuvo que lidiar, dándonos indicios que la trama es resiliencia y hasta cierto punto, agregando un leve tinte de drama. El peso de vivir con un sueño, ganándose la desaprobación total por parte de algunas personas. A partir del cinco de junio, cuando se sienten en su living frente a la pantalla, no podrán evitar sentirse identificados. Es genial que refuercen la idea que muchos acontecimientos de su vida, Chespirito las haya implantado en escenas que con tanta alegría recordamos.

Lo importante es que no contaban con la astucia del Chapulín, quien posee un espíritu indomable y la autoestima suficiente para no tirar la toalla e ir superando los niveles, levantándose de los tropiezos y tejer sobre la vida cotidiana para luego implantarlo en las escenas de filmación. Una moraleja que te deja el primer capitulo sin duda es navegar contra la corriente. Un personaje fresco, empapado de creatividad que alumbra el paso para todos aquellos que tienen proyectos y esperan cumplirlos.

En pleno auge la melancolía invade al protagonista. Lejos quedaron esos días de gloriosa niñez donde todo era risas e inocencia. Ahora queda trabajar duro y entretener a los televidentes. Muchas celebridades al llegar a la cima sienten un vacío interno que cuestiona sobre que es lo que buscamos. Chespirito no fue la excepción. Mostrar la nostalgia del protagonista fue una excelente decisión, demostrando que nos es debilidad mirar atrás, sino un recordatorio que explique la actualidad.

Una trama interesante que da muchísimo de que hablar. Hecha con cariño y respeto, no tiene el fin de idealizar a la estrella del todo, al igual que el resto, también tuvo sus sombras. Fue una movida arriesgada, pero enriquecedora, porque alimenta aun más su semblante. No para tirarlo abajo, sino para demostrar que, además de haberse convertido en el super comediante, no deja de ser una persona ambigua. Lo importante es apreciar que la narración no tiene rodeos y expone fragmentos que son dignos de contemplar.

No solo es ver la historia de un comediante repleto de humor tierno y devoción por su público, sino la historia de un héroe real con sus luchas internas y externas, abriéndose paso con determinación y fortaleza en su vida personal y profesional. Un hombre en busca de sus sueños.

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